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300 g de ricota
2 cebollas de verdeo
2 yemas de huevo
½ taza de queso parmesano rallado
2 cucharadas de semillas de sésamo blancas
1 ½ taza de pan rallado
2 huevos
Pasta de garbanzos
1 lata de garbanzos precocidos
1 diente de ajo
1 cucharada de pimentón picante
1/3 taza de aceite de oliva
jugo de un limón
perejil picado
sal
pimienta
1. Lavar las cebollas de verdeo y picarlas finamente. Mezclarlas junto con la ricota, las yemas, el queso parmesano, las
semillas de sésamo, la saly la pimienta. Trabajar bien esta preparación con una cuchara de madera. Agregar lentamente el pan
rallado para que quede una consistencia blanda y dar forma de albóndigas. Pasarlas por el huevo batido y luego por el pan
rallado. Reservar en la heladera.
2. Pasta de garbanzos: procesar todos los ingredientes de la pasta de garbanzos. Si fuera necesario, agregar unas cucharadas
de agua fría para que quede una pasta no muy densa.
3. Freír las albóndigas en aceite hasta dorar. Retirarlas y pasarlas por agua caliente para quitar el exceso de aceite.
Acompañar con la pasta de garbanzos.
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