1 kg de papas
200 g de queso blanco
100 g de salmón rosado ahumado, en láminas
1 limón
Ciboulette fresca
1 cucharada de jengibre fresco rallado
½ taza de harina
2 huevos
½ taza de leche
1 taza de pan rallado
Sal
Pimienta negra
1. Lavar las papas y cocinarlas en agua caliente hasta tiernizar. Retirar, pelar y realizar un puré liso. Salpimentar.
2. En un bol, mezclar el queso con el jengibre, la ciboulette picada, la ralladura del limón y una cucharada de su jugo,
la sal y la pimienta negra recién molida.
3. Sobre un trozo de papel manteca colocar un poco de puré. Formar un rectángulo de 20 cm de ancho x 10 cm de largo x
2 cm de alto. Colocar en el centro, sin llegar a los bordes, láminas de salmón. Ubicar en el centro un cilindro de queso (puede
hacerse con una manga).
4. Arrollar junto con el papel manteca. Retirar éste y cortar en porciones parejas. Pasar por la harina, el huevo batido
junto con la leche y el pan rallado. Finalmente, freír en abundante cantidad de aceite caliente hasta dorar.
Deliciosa compañía. Procesar una taza de hojas de rúcula, 1 diente de ajo, jugo de 1 limón, ½ taza de aceite de oliva,
¼ de chile picado, sal y pimienta negra recién molida. Pueden acompañar las croquetas con esta emulsión y con aceite de remolacha.
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