1 calabaza (de 1 kg aprox.)
2 echalottes
2 cucharadas de manteca
Sal y pimienta de molinillo, a gusto
1/2 cucharadita de curry
1 cucharada de jugo de limón
2 tazas de agua caliente
100 cc de vino blanco dulce
2 cubitos de caldo de verduras
1 pote chico de crema de leche
Cantidad necesaria de leche (si hiciera falta)
Nuez moscada rallada, a gusto
PREPARACIÓN
Procese todo el contenido de la cacerola hasta obtener una crema lisa.
Pele la calabaza y deseche los filamentos internos y semillas.
Corte la pulpa en trozos y reserve. Pique las echalottes y rehogúelas en la manteca.
Agregúele los cubitos de calabaza y saltee un par de minutos.
Sazónelos con sal y pimienta. Espolvoréelos con el curry y el jugo de limón. Mezcle.
Añada los cubitos de caldo previamente disueltos en el agua caliente.
Incorpore el vino, mezcle y deje hervir despacito, hasta que la calabaza esté bien tierna. Esto es fundamental para lograr
una crema sin grumos. Retire y entibie.
Vuelva a ponerla en la cacerola y mézclele la crema de leche.
Revuelva sobre el fuego, con cuchara de madera, hasta que hierva y espese. Si espesara demasiado, aliviánela con un poco
de leche.
Pruebe y rectifique el sazonamiento (o no...) con sal y pimienta.
Termine de sazonarla con la nuez moscada.
Sírvala poniendo a notar en cada plato 5 ó 6 moneditas de queso hechas así: corte pequeños discos de pan lactal, úntelos
apenas con mayonesa y presiónelos sobre queso rallado. Así, con la cubierta de queso hacia arriba, séquelos al horno sin dorar.
Si no consigue echalottes, reemplácelas por partes iguales de cebolla picadísima y ajo ídem. O, si lo prefiere, use cebollita
de verdeo (sólo la parte interna tierna.
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