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INGREDIENTES
6 PORCIONES
150 g de queso gruyere
10 g de gelatina sin sabor
1 cebolla
50 cc de agua
600 g de queso blanco
3 claras
sal, pimienta
3 cucharadas de polvo para sopa crema de queso
4 tomates perita
1 diente de ajo
1 pionono
4 cucharadas de albahaca cortada en hebras
hojas de albahaca para decorar
PREPARACIÓN
Rallar muy fino el queso gruyere.
Picar finamente la cebolla.
Combinar ambos ingredientes con el queso blanco. Salpimentar, dividir en dos partes y reservar.
Pelar cada tomate con un cuchillo filoso, sin interrumpir el corte, para retirar toda la piel en una sola espiral. Enrollar
las espirales para formar rosas, que se usarán como decoración.
Despepitar los tomates pelados, cortarlos en cubos y escurrirlos. Añadirlos a una porción de la mezcla reservada, junto
con el ajo picado y la albahaca.
Hidratar la gelatina con el agua, calentar y dejar entibiar.
Batir las claras a nieve con el polvo para sopa.
Incorporar a la preparación de queso simple la mitad de la gelatina, alternando con la mitad de las claras. Agregar el
resto de la gelatina y de las claras a la preparación enriquecida con tomate y albahaca. Corregir el condimento, sin exagerar
la sal.
Forrar con film un molde alargado de 25 cm.
Verter la mousse de queso simple, alisar y disponer la mousse con tomate y albahaca.
Cubrir con una pieza de pionono de la medida del molde. Tapar con film y llevar a la heladera por lo menos 4 horas.
Desmoldar. Decorar con las rosas de tomate y hojas de albahaca.
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