10 PORCIONES
INGREDIENTES
300 g de tomates secos
1/2 cebolla chica
300 cc de vino tinto
250 g de cebollas de verdeo
2 dientes de ajo
1 kilo de morcilla
3 cucharadas de aceite de oliva
100 cc de agua
10 g de gelatina sin sabor
300 g de queso blanco
200 cc de crema de leche
50 g de nueces
3 cucharadas de polvo para sopa crema de queso
sal, pimienta
hojas surtidas para adornar
PREPARACIÓN
Hidratar los tomates secos con el vino durante 1 hora como mínimo.
Escurrirlos, recuperando el vino.
Procesarlos con el ajo y el aceite.
Hidratar 5 g de gelatina con 100 cc del vino, disolverla al calor y agregarla.
Batir a punto firme la crema con el polvo para sopa e integrarla muy lentamente.
Reservar.
Procesar la cebolla.
Añadir la mitad de las cebollas de verdeo picadas y la morcilla sin piel, cortada en trozos; procesar hasta obtener una
pasta lisa.
Hidratar con el agua el resto de la gelatina, disolverla al calor e incorporarla junto con el queso blanco.
Agregar las nueces finamente picadas, salpimentar y reservar.
Forrar un molde con film.
Colocar la pasta de tomates secos; alisar.
Esparcir el resto de las cebollas de verdeo picadas. Extender encima la pasta de morcilla.
Tapar con film y llevar a la heladera por lo menos 6 horas.
Desmoldar.
Adornar el contorno con hojas surtidas.
Para acelerar la hidratación de los tomates secos, tapar el recipiente y calentar en microondas, al 50% de potencia, durante
10 minutos.
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