2 cucharadas de aceite
1 papa grande cortada en rodajas finas
250 g de espinacas descongeladas y picadas
2 tomates en rodjaas
12 lonchas de salame
8 huevos ligeramente batidos
100 g de queso parmesano en tiras
1 cucharada de albahaca picada
Caliente el aceite en una sartén antiadherente de 26 cm de diámetro.
Disponga las rodajas de papas de forma que cubran el fondo y fríalas a fuego fuerte durante 2 minutos, o hasta que se
doren.
Deles la vuelta, baje el fuego y tape.
Fríalas entre 2 y 3 minutos más, o hasta que queden tiernas.
Escurra las espinacas.
A continuación, reparta el tomate sobre las papas y haga lo mismo con el salame.
Espolvoree con las espinacas y procure que queden bien repartidas.
Mezcle el huevo, el queso y la albahaca.
Salpimiente y remueva.
Vierta esta mezcla sobre las espinacas y cueza a fuego lentro durante 5 minutos o hasta que se cuaje por los bordes.
Envuelva el mango de la sartén con un poco de papel de aluminio.
Gratine de 5 a 7 minutos o hasta que el pastel esté bien cocido.
Déjelo enfriar un poco y despréndalo de la sartén con un cuchillo.
Dele la vuelta y córtelo en porciones.
Sirva acompañado de ensalada y pan.
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